Me encanta el invierno, más que el verano. Pero no, sin el calor que desprenden tus brazos.
Odio cuando me tocas el pelo, pero me encantan tus cosquillas.
No me suele gustar meterme en otras vidas, pero puedo llegar a ser muy criticona, aunque luego me siente la peor persona del mundo.
Me encantan los domingos en pijama, pero mucho más si tu los acompañas.
No me digas mil te quieros.
Le suelo dar mil y una vueltas.
Me cuesta dejar el vicio de desprendes, pero tengo todo el tiempo del mundo, si te quedas un rato más conmigo.