Qué la noche es larga, y llevamos más de medio cubata. Los tacones queman en los pies, y por sus medias rasgadas corre el viento. Sigue jurándose que los domingos cambiara de vida. Un Ford fiesta rojo a 200 por la carretera. La ciudad vestida de fiesta. No importa que amanezca. Muchos los que intentan seducirla, pero ella solo se pierde en su mirada. El aroma de sus labios se le escapa como el viento, y no quiere que llegue la despedida. Y esta noche, él deja que gobierne ella.
¡INCREIBLE!
ResponderEliminarsi,si, INCREIBLE.
:))
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